El rendimiento y la calidad de la nube no solo están determinados por sus recursos en la nube, sino también por sus aplicaciones y sistemas en la nube. Debe probarlos y mejorarlos regularmente, utilizando métodos y herramientas como pruebas de carga, pruebas de estrés, pruebas de rendimiento, evaluación comparativa, garantía de calidad. (QA), depuración, pruebas de aceptación del usuario (UAT), y comentarios. Esto le ayudará a simular grandes volúmenes de tráfico o solicitudes y medir cómo sus aplicaciones y sistemas en la nube responden y se comportan bajo presión. Además, puede medir y comparar la velocidad, el rendimiento y la eficiencia de sus aplicaciones y sistemas en la nube con sus expectativas o estándares. Además, puede identificar y corregir cualquier error, error o defecto en sus aplicaciones y sistemas en la nube que pueda afectar su funcionalidad o usabilidad. Por último, puede asegurarse de que sus aplicaciones y sistemas en la nube satisfagan las necesidades y expectativas de sus usuarios finales o clientes.