Aunque hace tiempo la temporada de bodas se concentraba entre los meses de abril y junio y todas eran muy similares entre sí, lo cierto es que, actualmente, se celebran enlaces durante prácticamente todo el año, cada uno totalmente diferente del anterior, puesto que se personaliza todo hasta el más mínimo detalle. Todo esto ha supuesto un auténtico boom no solo en el sector nupcial en nuestro país, sino también en el de la moda de invitada, que vive su mejor momento. Seguro que, como nosotras, tienes varios eventos destacados en tu calendario los próximos meses, y es posible que estés ya dándole vueltas a encontrar estilismo, algo que, en ocasiones, puede ser una tarea complicada. Lo primero que hay que hacer es tener claro los protocolos básicos de la fiesta y, una vez sepas qué tipo de look necesitas, buscar el que más se adapte a tu estilo y con el que más cómoda te sientas. Para ayudarte en esta tarea, hemos consultado con expertas en la materia que nos resuelven las dudas más habituales a la hora de elegir conjunto de invitada, desde el largo que debería tener tu vestido a qué colores evitar o si deberías completar con un tocado o pamela.
¿Es distinto el protocolo en una boda civil o religiosa?
Una de las grandes preguntas que se plantean muchas invitadas a la hora de elegir look para un enlace es si el protocolo es diferente dependiendo de si se trata de un enlace civil o religioso, y la respuesta es que no. Es cierto que, tradicionalmente, para las bodas por la iglesia se suelen evitar las faldas excesivamente cortas, los escotes pronunciados o los hombros al aire, pero cada vez se relajan más las normas en esos aspectos y, de todas maneras, las capas, fulares y chales tan de tendencia estos últimos años ayudan a solventar estos inconvenientes de manera fácil y estilosa. Más allá de evitar enseñar más de lo necesario durante la misa por cuestiones de respeto, no hay distinciones para las asistentes: ¡puedes ir a una ceremonia laica con vestidazo y pamela, si es lo que te apetece!
Diferencias entre boda de mañana y de tarde
Uno de los factores realmente diferenciales a la hora de escoger look de invitada y, por lo tanto, el primero que tenemos que conocer, es la hora del enlace, puesto que en eso sí que afecta el protocolo. En cuanto a la longitud del vestido: en las bodas de mañana se permiten los diseños cortos y los largos están prohibidos -excepto para la madrina o las damas de honor, si las hubiera-, mientras que en las de tarde ocurre al contrario, nada de looks con minifalda. Los modelos midi tipo cóctel valdrían para ambas, así como los monos o trajes de chaqueta, aunque, eso sí, depende también de los tejidos.
Las telas brillantes como el lúrex, los metalizados o las lentejuelas se reservan para la noche, así como el color negro, del que hablaremos más adelante. Asimismo ocurre con los escotes pronunciados o vestidos de estética muy festiva. Por lo tanto, para las ceremonias de día, mejor apostar por el 'menos es más' con tonos pastel o vivos, pero no excesivamente oscuros.
Los colores 'prohibidos'
Por supuesto, el color absolutamente prohibido en bodas es el blanco, reservado para la novia. Aunque existen matices, la recomendación general de los expertos es que, si puedes, evites la gama cromática de los crudos, beiges y cremas para bodas, ¡hay millones de alternativas! Hay parejas que dejan claro en la invitación su veto a los colores claros y otras que no mencionan nada sobre la etiqueta, pero, como nos recuerda Piluka de Echegaray, experta en imagen personal, estilista y consultora de moda, "existe un protocolo social conocido que hace que no tengan que indicarlo explícitamente. El blanco se reserva para la novia, a no ser que esta diga que va a ir de otro color. Si no se indica nada, debemos dejarlo para ella, pues es una cuestión de respeto".
Si, aún así, te has enamorado de un vestido que lleva estos tonos, quédate con esta cifra: 30%, el máximo de blanco permitido en un look. "Se puede lucir con un estampado o combinado con una tonalidad que ofrezca mucho contraste, pero sobre todo que no supere este porcentaje del conjunto, porque entonces destacaría demasiado".
Otro de los colores que suscitan duda entre las invitadas a bodas es el negro, precisamente, el más buscado en alfombras rojas y eventos de otro tipo. Aunque antiguamente estaba totalmente prohibido, el protocolo se ha relajado en ese sentido y cada vez es más habitual ver que invitadas apuestan por él. "Es curioso, porque yo en Bimani intento evitar el negro, hacemos poca invitada de negro" nos contaba Laura Corsini el año pasado. Sin embargo, advertía de que eso iba a cambiar: "de cara a otoño vamos a hacer más, porque la gente lo pide y noto que me apetece a mí".
Y así ha sido, en las últimas colecciones de su marca se han ido introduciendo poco a poco y por demanda de la clienta más diseños en este tono, y hemos visto cómo la propia Laura lo defendía con estilazo. Para ella, la clave es optar por un diseño apropiado y "no muy de fiesta". Además, recalca que se lo pondría para una boda de tarde, pero nunca de día. Si no te terminas de atrever, puedes copiar su truco y apostar por diseños con algún estampado para rebajarlo.
Qué tocado elegir y cómo llevarlo
Aunque hasta hace unos años las invitadas más jóvenes no se atrevían tanto a lucir tocado porque lo veían como un accesorio reservado para mujeres más maduras, ahora se ha convertido en un auténtico objeto de deseo entre mujeres de todas las edades, pero sigue creando muchas dudas. ¿Qué tipo hay que llevar según la ocasión y cómo se luce? Ana María Chico de Guzmán, la diseñadora preferida de las aristócratas y fundadora de la casa Mimoki, nos resuelve las dudas. "Sin duda, los protocolos se han ido relajando a la vez que las bodas se han transformado. Antes, tras el vals llegaba la despedida, pero ahora las bodas suelen ser grandes fiestas con baile que puede durar hasta el amanecer, por lo que llegar con tu gran tocado puesto de vuelta a casa no tiene ningún sentido".
Para elegir el modelo más adecuado para tu look, lo primero, de nuevo, es saber si se trata de una boda de mañana o de tarde. "Por lo general, cuanto más tarde sea el evento, más pequeño será el tocado. Las pamelas y tocados de grandes alas están reservados para las bodas de día. Los casquetes, las diademas, turbantes, casquetes y otros diseños de alas cortas son ideales para bodas de tarde".
¿Cómo se luce? Si queremos ceñirnos a las normas tradicionales, lo ideal es llevar siempre el pelo recogido, pero, igualmente, eso está cambiando poco a poco. "La mayoría de los diseños exigen que quede libre el lóbulo de la oreja. Pero las diademas, turbantes y bandeaus y algunas coronas también están hechas para llevar el pelo suelto, siempre peinado y que no caiga por delante de las sienes". Otra gran pregunta es cuándo podemos quitárnoslo, y Ana María nos lo aclara: "después de la comida, en el caso de las bodas de mañana, y tras el primer baile de los novios, en las de tarde, cuando son tocados medianos. Si hablamos de un adorno como una diadema o turbante o coronas o diseños tipo tiara para un evento de noche, volveremos con él a casa".
Las normas para la madrina
Ahora llega el turno de que te digamos que olvides todo lo mencionado anteriormente, pero solo si eres la madrina de la boda. En el caso de esta figura, una de las más relevantes de todo enlace junto con los novios, los protocolos son diferentes a los de las demás invitadas. Recordemos que es la única que puede, si quiere, ir de largo -e incluso llevar vestido a ras del suelo- en bodas de día, de hecho, las principales firmas de invitada suelen contar con una sección aparte para ellas en las que podemos ver el estilo diferente.
Además, tienen permitido llevar tocado sea cual sea la hora del enlace. Con respecto a este accesorio, el protocolo original nos dice que el tocado debería ir sobre el lado derecho, pues así iremos cogidas del brazo del hombre con el brazo izquierdo: "esto solemos mantenerlo en el caso de las madrinas que hacen paseíllo del brazo de su hijo, pero en el caso del resto de invitadas, el tocado se adapta al lado en el que más favorezca, por peinado, raya del pelo o volumen asimétrico del vestido" recalca Ana María.
Mención aparte merece la mantilla, tal y como nos explica la diseñadora Fátima González: "La madrina, como madre del novio, representa el papel más destacado por detrás de la novia, que es la protagonista indiscutible en una boda. En España, la máxima etiqueta para la madrina es la mantilla española, una prenda que me encanta por las profundas raíces que tiene en nuestras costumbres y tradiciones. Y no es sólo que la mantilla, junto con su inseparable peineta, sea capaz de crear una silueta más esbelta al añadir unos centímetros de altura visualmente, sino porque transforma a quien la lleva en una mujer con poderío y elegancia". En el caso de que quiera apostar por este accesorio, lo mejor, según esta experta, es "huir de faldas muy cortas, brillos o escotes palabra de honor".