Encefalomielitis equina
La enfermedad
La encefalomielitis equina (EE) –también conocida como encefalitis viral equina, locura equina o encefalomielitis viral equina– es una enfermedad infecciosa producida por un alphavirus que se transmite a través de insectos hematófagos (mosquitos) y afecta el sistema nervioso central. Sus huéspedes susceptibles son los equinos, los humanos y aves.
La EE es considerada una enfermedad de tipo estacional, vinculada con el aumento de las temperaturas y el crecimiento poblacional de sus vectores (el mosquito). Se presenta con mayor prevalencia en la época primaveral-estival, donde las condiciones ambientales son más favorables para la transmisión del virus. Posee un periodo de incubación que puede variar entre 1 a 3 semanas y es una enfermedad de notificación obligatoria.
Particularmente, la encefalomielitis equina del oeste (EEO) es una variante que cursa con sintomatología nerviosa y desarrolla inicialmente un cuadro febril, seguido de ataxia e incoordinación hasta llegar al decúbito. Los síntomas son comunes a otras enfermedades arbovirales, motivo por el cual su diagnóstico confirmatorio es por resultado de laboratorio.
Ciclo de transmisión
El virus de la EE tiene como reservorios naturales a las aves silvestres que, al infectarse, presentan una elevada viremia capaz de contagiar a los mosquitos vectores, en especial al género Culex tarsalis y Ochlerotatus Albifasciatus. La transmisión del ave infectada al ave sana por medio de los insectos hematófagos mantiene el ciclo de transmisión.
Los mosquitos actúan como vector o huéspedes amplificadores y son capaces de infectar a los equinos y las personas. Como consecuencia, se ocasiona una baja viremia que puede o no provocar sintomatología clínica. Por tal motivo, los caballos y las personas son considerados huéspedes terminales, ya que no son una fuente importante en la diseminación del virus de la EE.
Asimismo, los roedores y los lagomorfos también pueden actuar como huéspedes de amplificación cuando se infectan por mosquitos Aedes.
Signos clínicos en equinos
Pueden presentarse 3 formas clínicas diferentes:
1) Infección inaparente.
2) Síndrome febril (presente en el 80-90% de equinos infectados).
3) Encefalomielitis, a través de los siguientes síntomas iniciales: fiebre, anorexia y depresión.
En casos graves, esta etapa es seguida por actividad mental alterada, hipersensibilidad a los estímulos, movimientos musculares involuntarios, disminución de la visión, deambulación sin rumbo, presión de la cabeza contra objetos, marcha en círculos, incapacidad para tragar, ataxia, parresia, parálisis, convulsiones, períodos de excitación, prurito intenso, movimiento de “pedaleo”, diarrea o constipación. Sin embargo, esta forma clínica tiene mayores probabilidades de ser asintomática o leve.
En el caso de la EEO, la tasa de letalidad oscila entre el 20 y 30%, la más baja de las alphavirosis.
Los caballos jóvenes son la categoría más susceptible y aquellos que sobreviven se recuperan luego de varias semanas y desarrollan inmunidad de por vida, pero generalmente presentan alteraciones neurológicas permanentes.
Prevención
La vacunación contra la encefalomielitis equina representa la principal herramienta para la prevención de la enfermedad.
En Argentina, la inoculación de estos animales es de carácter obligatorio, en el marco de la emergencia sanitaria, para todos los equinos que habiten el territorio nacional desde los dos meses de edad.
El esquema de vacunación cuenta con una primera dosis y una segunda de refuerzo, de acuerdo a los plazos estipulados en la prescripción del laboratorio elaborador. Para aquellos caballos que ya cuenten con el esquema completo es necesaria una revacunación de forma anual.
Las vacunas actualmente disponibles en nuestro país son de tipo inactivadas, bivalentes (EEE y EEO) o polivalentes (EEE, EEO y otras enfermedades).
La certificación de la vacunación estará a cargo de profesionales veterinarios matriculados y deberá contener los siguientes datos:
•Datos de identificación individual del equino.
•Nombre comercial, serie y lote de la vacuna.
•Fecha de aplicación de la vacuna.
•Sello y firma del profesional actuante.
Sobre el registro de vacunas
Los certificados de vacunación deben ser registrados ante el Senasa para el seguimiento y estudio epidemiológico de la enfermedad. Este procedimiento puede ser realizado mediante autogestión por todos los profesionales veterinarios que cuenten con uno de los siguientes roles en el Sistema Único de Registros:
•Veterinario matriculado.
•Veterinario Programa Equinos.
Para esto, los usuarios deben ingresar al Sistema Integrado de Gestión de Sanidad Animal (SIGSA) a través del Portal de AFIP, utilizando su correspondiente CUIT y clave fiscal. De esta manera, a través del Administrador de Relaciones de AFIP podrán adherirse al SIGSA.
Otras recomendaciones
Otra forma de prevención es el uso de repelentes autorizados por el Senasa para evitar la picadura de los vectores en los animales. Consulta el listado de productos autorizados.
Notificación de la enfermedad
Es importante recordar que la encefalomielitis equina es una enfermedad de denuncia obligatoria, de acuerdo a la Resolución Senasa 153/ 2021. Esto permite al servicio sanitario nacional mantener un seguimiento de los casos, remitir las muestras correspondientes para diagnóstico de laboratorio y gestionar la disponibilidad de vacunas.
Por eso, ante la detección de signos clínicos compatibles con encefalomielitis equina, cualquier persona puede notificar al Senasa, por medio de las siguientes vías de comunicación:
•Concurrir a la oficina más cercana.
•Whatsapp: 11 5700 5704.
•Correo electrónico: notificaciones@senasa.gob.ar
•Apartado Avisá al Senasa.