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Benevolent Dictator for Life

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Guido van Rossum - PyCon 2013

Benevolent Dictator for Life (BDFL) es un título informal que se otorga a ciertos individuos de la comunidad de desarrolladores de software de código abierto que tienen la tarea de asignar las directrices[1]​ generales y, en ciertas situaciones, las decisiones finales dentro del ámbito de un proyecto. La traducción de Benevolent Dictator for Life es Dictador Benevolente De por vida, lo que conlleva un tanto de informalidad[2]​ y humor.

En 1995 Guido van Rossum, creador de Python, fue la primera persona sobre la que recayó dicha distinción.[3][4]

El término "Benevolent Dictator for Life" fue acuñado por el programador de Python, Guido van Rossum, quien se autodesignó como "BDFL" para el desarrollo de Python. En la comunidad del software libre, el papel del BDFL es visto como una forma efectiva de tomar decisiones rápidas y unificadas, lo que permite que un proyecto crezca y evolucione de manera más eficiente.

Sin embargo, también hay críticas al concepto de BDFL, ya que algunas personas argumentan que el control absoluto de una sola persona puede limitar la creatividad y la innovación del proyecto. Además, la naturaleza del BDFL puede crear una dependencia insalubre en una sola persona, lo que puede ser perjudicial para el proyecto a largo plazo.

Nótese la diferencia con su significado histórico usado en un contexto político.[cita requerida]

Lista de algunos BDFLs

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Dictador Benevolente

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Entendemos por dictador benevolente aquella persona que tiene la autoridad final para la toma de decisiones, por su personalidad o experiencia y la aplica diariamente con un uso racional para el beneficio de una comunidad o de una familia en concreto.

No hay que asociar este concepto al tópico de dictador que toma las decisiones por la fuerza o sin consenso común. Los dictadores benevolentes no toman realmente las decisiones, dejan que las cosas fluyan libremente, esperan un intercambio de ideas, y mediante la experiencia, el razonamiento y la reflexión intentan llegar a un acuerdo. En caso de que no se consiga, el dictador benevolente cuenta con suficiente experiencia para poder tomar una decisión final que beneficiará a la sociedad.[18]

Por otro lado, en muchos casos el dictador tendrá que delegar responsabilidad en la toma de decisiones en quien considere que esté capacitado para ejecutarlo.

Una de las características que les une a los dictadores, es su rechazo en la toma de decisiones sin ser consensuada y entendida por todos los miembros de la sociedad, a lo que suelen decir “así tiene que ser”, en el sentido de que es lo mejor para ti y para la sociedad porque ya lo he conocido a través de la experiencia.

Ser dictador benevolente requiere una especial delicadeza a la hora de dirigirse a la comunidad. En primer lugar, cuando comienza la conversación, el dictador permite que los individuos de la sociedad manifiesten sus opiniones libremente, dejando para el final sus opiniones constructivas para que los miembros de la comunidad no se sientan influenciados. Aunque en algunos casos, el dictador puede equivocarse, pero no por ello pierde su credibilidad.

Es importante que el dictador sea el emprendedor del proyecto. Que reúna las habilidades, tales como competencia técnica o habilidad de persuadir para poder liderar el proyecto y que los miembros de la sociedad confíen en tus ideas. Así el proyecto será centralizado ya que sus conocimientos y aptitudes son aceptadas por el grupo. Pero en cambio si no hay un candidato con suficiente credibilidad, es mejor que el proyecto se descentralice en la toma de decisiones.

Referencias

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  1. Las directrices son normas, instrucciones o principios que marcan las pautas a seguir para realizar una actividad o desarrollar un proyecto.
  2. La informalidad se refiere a las actividades que se realizan al margen de los marcos legales y normativos establecidos.
  3. a b Meyer, Robinson (17 de enero de 2014). «On the Reign of 'Benevolent Dictators for Life' in Software» (html). The Atlantic (en inglés). Archivado desde el original el 24 de marzo de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. «In 1995, the programming language Python had a small but growing community. Its leaders established a foundation to support the language—Python’s inventor, Guido van Rossum, had even just moved from the Netherlands to the United States to help the project. So as the foundation established itself—at that point, it and the community were synonymous—it appointed van Rossum the final arbiter of all developmental conflict. He was the first First-Interim Benevolent Dictator For Life.» 
  4. van Rossum, Guido (31 de julio de 2008). «Origin of BDFL» (html). Artima (en inglés). Archivado desde el original el 23 de junio de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. «While I can't prove my title (with or without the First Interim prefix) was never used before, I'm pretty certain that it originated in this meeting.» 
  5. Holovaty, Adrian (13 de enero de 2014). «Removed BDFLs section from docs/internals/committers.txt» (html). GitHub (en inglés). Archivado desde el original el 21 de julio de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. 
  6. «Dries set to be married!». 
  7. «Urban Dictionary: BDFL». 
  8. Guido van Rossum «Benevolent dictator for life». Linux Format. 1 de febrero de 2005. Archivado desde el original el 1 de octubre de 2006. Consultado el 1 de noviembre de 2007. 
  9. «The Four Hundred--Next Up on the System i: Python». www.itjungle.com. Consultado el 13 de mayo de 2008. 
  10. van Rossum, Guido (12 de julio de 2018). «[python-committers] Transfer of power» (html). Mail Archive Com (en inglés). Archivado desde el original el 12 de julio de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. «I am not going to appoint a successor. So what are you all going to do? Create a democracy? Anarchy? A dictatorship? A federation?» 
  11. a b c d e Tannhausser (12 de julio de 2018). «Guido van Rossum dimite como líder de Python» (html). La Mirada del Replicante. Archivado desde el original el 12 de julio de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. «Como os comentaba al principio Guido no es el único BDFL (Benevolent Dictator For Life) en el mundo del software libre. Nombres como Linus Torvalds, Theo de Raadt (openBSD), Mark Shuttelworth (Ubuntu), Larry Wall (Perl) o Patrick Vokerding (Slackware) están en la mente de todos.» 
  12. Ingo, Henrik (2006). «Benevolent dictator». Open Life: The Philosophy of Open Source. ISBN 978-1-84728-611-6. Archivado desde el original el 6 de julio de 2011. Consultado el 5 de marzo de 2011. 
  13. «About Ubuntu: Governance». Canonical Ltd. Consultado el 5 de marzo de 2011. 
  14. «Ubuntu founder defuses rumors of impending Microsoft deal». arstechnica.com. Consultado el 13 de mayo de 2008. 
  15. «Zaskar: Sería demasiado honor estar en esa lista». 10 de marzo de 2014. 
  16. Marneweck, Jacques (28 de febrero de 2006). «Jacques Marneweck's Blog: Rasmus's no-framework PHP MVC framework». Powertrip.co.za. Archivado desde el original el 20 de noviembre de 2012. Consultado el 1 de junio de 2011. 
  17. taylorotwell (9 de octubre de 2014). «the benefits of BDFL!» (tuit) – via X/Twitter. 
  18. Meyer, Robinson (17 de enero de 2014). «On the Reign of 'Benevolent Dictators for Life' in Software» (html). The Atlantic (en inglés). Archivado desde el original el 24 de marzo de 2018. Consultado el 21 de julio de 2018. «When a software platform goes truly open-source, it’s entrusted to the community that runs it. Going forward, volunteer programmers (usually) must make all the decisions about which features should be added, which should be cut, and when all that should happen. (...) But what happens if a consensus doesn’t form? What if a problem is intractable? The two teams could split, each forking the project and going their own ways. But even then, who keeps the spoils and the name of the project? Some open-source communities, therefore, have entrusted the power to make decisions in one or two people. These people get, to first approximation, the absolute raddest titles in technology. They are the Benevolent Dictators for Life.»